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Los agroquímicos tradicionales, utilizados ampliamente en la agricultura convencional, han generado una serie de problemas enormes en nuestros campos, ecosistemas y la salud humana. Estos productos químicos tóxicos se infiltran en el suelo, degradando su calidad y afectando la diversidad biológica del ecosistema circundante.

La acumulación de agroquímicos también tiene consecuencias perjudiciales para la salud humana, ya que estos contaminantes pueden ingresar a la cadena alimentaria. Los estudios han vinculado la exposición a agroquímicos con diversos problemas de salud, desde enfermedades respiratorias hasta posibles riesgos carcinogénicos.

Que pasaría si entendiéramos como interactúan los microorganismos del suelo, cuales son sus necesidades de alimento y de espacio y cuales beneficios obtendríamos no solo si los incorporáramos, sino también si les diéramos las mejores condiciones para que hagan lo que mejor saben hacer: ¡remediar lo dañado!

Con esto en mente hemos diseñado estrategias y soluciones basadas en la naturaleza que ayudan a reducir sustancialmente el uso de productos dañinos, permitiendo mejorar las cosechas, sin dañar la salud de los ecosistemas ni de los seres humanos.

“Las soluciones basadas en la naturaleza se refieren a un conjunto de acciones que aprovechan el poder de la naturaleza para abordar algunos de nuestros desafíos sociales más urgentes, como la amenaza de la disponibilidad del agua, el creciente riesgo de desastres naturales o el cambio climático. Estas soluciones implican proteger, restaurar y gestionar de manera sostenible los ecosistemas, de manera que aumenten su resiliencia (…) al mismo tiempo que salvaguarden la biodiversidad y mejoren el bienestar humano.” (worldwildlife.org)